martes, enero 30, 2007

El amor incondicional

Hace unos días, vi un programa… Me gustó mucho, por eso se los quiero contar (que conste que este cuento no es cuento, es de la vida real).

Había una vez…. un grupo de perros que estaban condenados a morir por ser considerados “indomables”, hasta que a una señora se le ocurrió comprar uno de esos perros para regalárselo a su hijo adolescente… en un intento desesperado de que él dejara su vida de delincuente.
Y su hijo comenzó a salir a la calle con su perro… al comienzo nada cambió. Ahora tenía en casa dos seres con problemas de conducta, y se sentía muy triste. Su hijo fue apresado por la policía y condenado a estar en una “correccional juvenil” a lo menos 4 años.
Cada vez que podía, su madre lo visitaba y le llevaba a su perro. Una de las vigilantes (cuidadoras o gendarmes) vio que la presencia del perro, hacía que el muchacho se tranquilizara… y decidió permitir que el perro se quedara con él.
Entonces, poco a poco se gestó un milagro, tanto el perro como los muchachos, que crearon un vínculo de amor con él, comenzaron a cambiar. Los muchachos sabían que este perro estaba condenado por ser “indomable” (como ellos), y se sintieron identificados con este perrito e impulsados a ayudarle a cambiar, lo cual hizo que aprendieran sobre responsabilidad, además tuvieron que aprender a ser pacientes y constantes.

Así, sin darse cuenta, por querer ayudar a este animalito que les entregaba amor incondicional, lograron algo aparentemente imposible: se transformaron, cambiaron real y profundamente. Se sentían amados de manera incondicional por este animalito… su amor hizo maravillas en ellos.
Unos años después, esta vigilante tenía un perro “indomable” para cada adolescente condenado por crímenes violentos… Este proyecto ha sido completamente exitoso: ya lleva más de una década funcionando y al salir ninguno de los muchachos que participó, volvió a cometer ningún acto ilegal.
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Cuando Dios toca a la puerta de tu corazón y te atreves a abrirle: todo es posible. La perspectiva sobre tu vida cambia. Todo cobra sentido. Te sientes valiosa (o valioso), porque sabes que El te conoce y te ama de manera incondicional.
El amor entregado de forma incondicional tiene un poder inusitado. Ya lo dijo nuestro amado SS Juan Pablo II: “El amor es más fuerte. La vivencia de ese amor, se va colando en tu diario vivir poco a poco…. Y de pronto está en todo.
Comprendes, al fin, por qué se dice que “Dios es verbo no sustantivo”. Comprendes, que esa idea es mucho más que palabras hermosas. Poco a poco vas comprobando como Su amor te transforma y hace maravillas en ti, en tu vida, en tu historia… y en la de otras personas.

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Ojalá se repitiera esa experiencia en muchos lugares….
Para eso tú debes dar el primer paso:

DECIDETE A AMAR SIN CONDICIONES

7 comentarios:

  1. Como bien dices, Dios a veces, para que le escuchen, golpea con los nudillos en la puerta de nuestro corazón, pero otras veces tiene que hacerlo con los puños porque estamos sordos. Con poco que le demos Él nos da mucho más.

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  2. Amiga lindo tu post, yo se las maravillas que hacen los animalitos en la gente, es cosa de ver a billy con el Vicente.
    Te pido porfaor que no comentes nada sobre lo que te conte ayer en el blog, por causa de la "privacidad" no me gustaría que personas no deseadas se enteren de eso.
    Yo estoy literalmente atropellada por un camión, me duele todo, como cuando tenía que dar mi examen de grado, me hace falta un masaje urgente, para no pensar me he dedicado a trabajar uf!!...te podrás imaginar como ando de acelerada haciendo todo.

    Bueno, besitos

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  3. lindas palabras, gracias amiga gustas un "Café de Trigo con Anís Cortado en Crema"???

    saludos cordiales

    vladimir urrutia

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  4. muy linda! me gusta mucho!

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  5. Es que tener un perro, cambia a una persona. Y quizá se podría decir lo mismo de alguna otra mascota, pero la incondional devoción de los perros hacia sus dueños, los hace muy especiales.
    Es una preciosa historia, amiga. Yo tengo que creerla porque siempre tuve perros y sé de lo que son capaces.
    Un beso enorme, preciosa alma

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  6. Yo soy bien de gatos, pero también me gustan los perros, sólo que no tengo la paciencia que requieren.

    Saludos, Semilla, ¿cuando pasas por mi casita?

    Besos

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  7. Que bella historia, pero mucho más hermoso es lo que dices a cerca de Dios, la verdad que la fuerza transformadora que tiene Dios en cada una de las personas que se atreven a abrirle las puertas de su corazón es impresionante.
    Dios es Amor, y como tal es capaz de transformar corazones de piedra en corazones de carne, en hacer que cada persona sea mejor con cada amanecer.
    Un abrazo amiga...

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