miércoles, noviembre 11, 2009

Dulces Quinces


Recuerdo muy claramente como pensaba y sentía a los 15… en parte soy la misma, pero ¡cuánto ha cambiado mi manera de ver el mundo!!, ¡cuan rebelde era! Siempre me parecía que la experiencia de los otros a mi no me servía, y claro, necesitaba vivir para tener mis propias experiencias. Y por supuesto que he cambiado, sobretodo en mi manera de pensar respecto al amor.


Era tan ingenua, confundía sentimientos y emociones, no tenía idea que uno puede elegir amar con libertad, pensaba que a uno le tocaba estar enamorado y ya. En verdad mientras más pasa el tiempo, más veo que tenía puros pajaritos en mi cabeza je je. Dulces quinces. Es tan difícil el amor a esa edad en que nada parece ser verdad, todo nos parece tan efímero, tan cambiante, dudamos de todo, la verdad depende del punto de vista (del nuestro, claro).


Amores extraños, como canta Laura Pausini… Es tan complejo definir el amor, saber qué signo lleva. ¿Cómo saber si amo realmente a alguien? Quizás tan solo me acostumbré a su compañía… es tan duro estar solo(a). Posiblemente me dejo llevar por lo físico y me engaño pensando que nos llevamos bien… son tan agradables sus caricias. Quizás sea solo amistad.

Pero el amor en verdad es muy simple, es una decisión. Y cuando uno tiene 15, hay que intentar pasarlo bien, conocer mucha gente, pololear harto (siempre tomando en serio el compromiso del pololeo, pero tampoco hay que ponerse grave) y a medida que uno va conociendo personas, preguntarse ¿es así como sueño a la que será la madre de mis hijos? ¿Es así como anhelo que sea la persona que me acompañe en mi vida siempre?...


Uno suele soñar con el príncipe azul, también hay que preguntarse qué tipo de mujer buscará él. En el caso de los lolos, sé que también sueñan con su princesa, con su media naranja y deben preguntarse ¿qué cualidades debo cultivar para que ella se sienta atraída por mi?.

Es ella quien debe tomar la decisión final, digan lo que digan. Ella es la que será centro y luz en su futuro hogar…. Los quinces son la edad perfecta para cultivar cualquier virtud y decidir qué tipo de persona quiero ser… y por tanto, qué tipo de persona se sentirá atraída por mis cualidades y defectos.


En caso de encontrarse en medio de una mala relación, a los 15 no vale la pena sufrir (aunque uno lo haga igual). Que ganas de tener una varita mágica, o algo así, que diera el poder de hablarse a sí mismo a esa edad tan crucial, luego vienen las responsabilidades propias de ser adulto y ya no hay permiso de equivocaciones… Bueno, uno se equivoca igual, pero hay más repercusiones y más personas que pueden salir heridas por culpa de mis errores.

Al menos tengo la oportunidad de comunicarme con mi hermano y dedicarle estas palabras. Ánimo, hermanito amado, los quince pasan rápido ¡Aprovéchalos!


Al pasar esa edad en que nada es verdad
Pequeñas cosas resultan penas Los quince años no olvidaré

Tú también sentirás lo que antes yo sentí
No te preocupes porque a los veinte tus lágrimas risas serán

Con el tiempo comprendo, lo hermoso que es
Vivir aquellos días de los quince a los veinte

Ya lo ves, seca ya tus mejillas, piensa que
Cada minuto debes gozarlo, los quince años no volverán

Con el tiempo comprendo lo hermoso que es
Vivir aquellos días de los quince a los veinte

Al pasar esa edad en que nada es verdad
Pequeñas cosas resultan penas los quince años no olvidaré
Pequeñas cosas resultan penas los quince años no olvidaré”

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