cuando tengas ganas de desesperarte, haces que La Esperanza sea un poco mas pequeña en el mundo, cuando tu dejas de creer, la Fe se va apagando un poco más..
No estas solo, jamás lo has estado, pero hay que comprender que la vida no se vence como
el mundo te ha enseñado, a quien a espada hiere a espada muere, y quien muere amando
lo que ama, recobra la vida y la gana para siempre.
Cuando te golpen mírales a los ojos y perdónalos,
cuando te roben ayúdales a que se lleven todo,
cuando te inciten a herir apuño, abre la mano y da,
cuando te quiten todo, trabaja el doble,
cuando te odien, ama con mas fuerza,
cuando te calumnien, ten mas paz,
cuando te ofendan, sonríe,
cuando te hagan sentir menos, acurrucate en Dios,
cuando la enfermedad toque la puerta, invítala a pasar y cuéntale tu vida
cuando la desesperanza irrumpa en tu vida, cuéntale acerca de tu Dios,
cuando el pesimismo llueva sobre tu cabeza, tira el paraguas y baila debajo de el,
cuando el miedo se pare frente a ti, sonriele y muestrale al niño en el pesebre,
Cree, ama y da, esa es la batalla y la vida.
El mal gana dividiendo, divide al hombre
y lo va absorbiendo a su propio vacio, pero hay algo que el mal no puede vencer… y eso es al hombre que decide rebelarse contra sus metodos, y sigue el camino del trabajo, la entrega, la paz, la esperanza, la mansedumbre y ante todo el camino que lleva a servir a Dios y con ello a la victoria mas grande sobre el único mal que existe en el mundo.. olvidar Quien es Nuestro Dios, MI DIOS, el Dios de mis Padres, de mis abuelos, de todos aquellos que amo…"
Carlos RCA.
Rscatado desde el blog de un amigo
"Sagrado Corazón de Jesús, en voz confío"
GANDHI
ResponderBorrarORACION
Señor...
...Ayúdame a decir la verdad
delante de los fuertes y a no decir
mentiras para ganarme el aplauso
de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la
humildad.
Si me das humildad, no me quites
la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra
cara de la medalla,
no me dejes inculpar de traición
a los demás por no pensar
igual que yo.
Enséñame a querer a la gente
como a mí mismo y a no juzgarme
como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo
si triunfo, ni en la
desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el
fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar
es un signo de grandeza y que la venganza
es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame
fuerzas para aprender
del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente,
dame valor para disculparme
y si la gente me ofende,
dame valor para perdonar.
¡Señor...si yo me olvido de tí,
nunca te olvides de mí!
Mahatma Gandhi