jueves, septiembre 13, 2007

Recordando

Hace poco más de un año…

Iba en una micro hacia Providencia, hacía un poco de frío, pero yo ni cuenta me daba. Mil sentimientos se agolpaban y querían salir todos a la vez. Yo, no los dejaba.
Por fin llegué al lugar de nuestro encuentro. Me bajé y caminé un par de cuadras, estaba nerviosa.
Te busqué con la mirada.


Estabas en la vereda del frente. Te observé unos segundos, desde el otro lado de la vereda. Caminabas de un lado a otro, haciendo círculos no muy amplios. Te veías muy nervioso.


Yo también tenía miedo. Miedo de de cruzar. Miedo de que las cosas salieran mal. Y miedo de que las cosas salieran bien, miedo de enamorarme…
De golpe comprendí lo importante que era este encuentro para ti… y para mi. Le rogué al Señor en silencio, que este encuentro fuese bueno, que nos permitiera vernos tal como somos… que si sentíamos algo (amistad o amor), fuese mutuo.

Crucé la calle. Los segundos parecían alargarse y mi corazón latía tan fuerte, que pensé que lo escucharías. Como caminabas en círculos, justo me dabas la espalda cuando crucé.

Avancé unos pasos. Iniciaste una nueva vuelta, dando un giro muy cerca de mí, en esa fracción de segundo me viste, pero seguiste avanzando unos pasos dándome la espalda. Te detuviste un segundo y giraste hacia mi. Me volviste a mirar y no pude evitar sonreír, tú también sonreíste...

Hablamos, porfin sin tener que imaginar ni tus ojos, ni tus gestos.
Yo tenía planeado (si tu mirada me gustaba) llevarte a un lugar…
Decidimos ir en metro. Tomaste mi mano. Yo dudé un segundo… pero no te solté. Tu contacto siempre ha sido agradable.


Desde el comienzo no pude evitar confiar en ti. Me sentía (y me sigo sintiendo) muy segura a tu lado. A pesar de eso, mis piernas temblaban un poco.

Durante todo el trayecto, no dejaste ni un segundo de mirarme.

Cuando tus ojos se cruzan con los míos, siento que puedes ver toda mi alma. Me traspasas.

Conversamos varias cosas. No recuerdo las palabras, pero si que me asombraste con tu capacidad de observación, y con tu manera de hablarme, con tu sentido del humor, con cada gesto amable… en fin.
Llegamos al lugar en cuestión. Yo ya estaba un poco más relajada... además, ese lugar me transmite cierta paz.

Yo no pensé que te iba a gustar tanto ese lugar. Entonces, me di cuenta que contigo podía compartir a un nivel distinto. Fue la primera vez que pude compartir con alguien estas cosas, que hasta entonces eran tan intimas. Disfrutaste mucho. Disfrutamos mucho. Fue una tarde perfecta. Las horas pasaron demasiado rápido.

Luego, fuimos a misa. Había una ceremonia especial… Nuestra Señora quiso coronar ese día con una hermosa misa acompañada por un melodioso coro (femenino). Tomados de la mano, escuchamos la palabra del Señor… juntos.

Entonces no imaginaba que luego vendrían muchas misas… y muchas tardes disfrutadas, compartidas con un hombre tan especial. Con alguien que me hace sentir feliz. Con alguien que hace surgir en mi, los más hermosos sentimientos. Alguien que me empuja a ser una mejor mujer. Un caballero que me da fuerzas, que me da fortaleza, que hoy es mi motor.

Te amo
Tú me haces soñar
Haz transformado mi vida
Ahora soy mejor hija, mejor sobrina, mejor amiga, mejor mujer… me siento más cerca de los que amo
Me haces sentir viva
Ahora sé lo que es amar
Y lo que significa “dolor de amor”, porque estar lejos de ti, es un dolor de amor.
Un dolor dulce, porque sé que estás conmigo, sé que me amas y que un día, muy pronto podremos estar juntos, al fin.
Espero con ansiedad poder tener mil discusiones “hogareñas” del tipo “donde colocaremos nuestro televisor” je je je ;)
Y que existan cosas NUESTRAS
Y que existan miles de horas solo para nosotros… días, meses y años. Muchos años para acariciarte, regalonearte, conversar… amarte.

En fin, la vida que me quede, la quiero pasar contigo. Por mil razones que demoraría una vida en escribir.
Porque: Eres mi refugio y mi segunda piel. Dios quiso que estuvieses a mi lado. Porque me siento tan amada, y sobretodo, porque…


TE AMO

7 comentarios:

  1. Semilla, pero ¡qué bonito! ya quisiera que mis hijos protagonizaran una historia de amor en que el Señor esté súper presente, compartiendo su amor humano para permitirle a Él hacer sus planes junto con Uds.

    Que los bendiga el Señor todopoderoso
    Con cariño

    ResponderBorrar
  2. Semilla:
    Me he perdido muchos de tus escritos anteriores, que ahora leí... pero definitivamente llegué al mejor. La fuerza y pasión con la que escribes, es increible... Germán es tremendamente privilegiado de tenerte a su lado. Lo demás, ya se solucionará, no hay mal que dure 100 años. Animo mujer, que rezo por ustedes.

    ResponderBorrar
  3. Creo que por mucho que grite no te llegará mi voz pero: FELICIDADES!!!!!!!
    Espero que vivas un día maravilloso, dando gracias a Dios por la Vida.
    Te dejo algo en mi blog...
    Besos!

    ResponderBorrar
  4. Creo que nunca había leído una confesión de amor tan profunda, sincera, en fin... que enhorabuena a ti y Germán (no lo conozco, pero ya que lo dice el padre Cristian...). La belleza del amor entre hombre y mujer, cuando es del Señor, cuando es fruto del amor de Dios primero, es un signo más de la presencia de Dios con nosotros. Ánimo!! para ser testigos de Cristo en medio del mundo, iluminándolo con vuestro amor y vuestras vidas. Que Dios os bendiga.

    ResponderBorrar
  5. Hermoso, sigue ilustrandonos con tu amor, hacen mucha falta ejemplos así.

    Hasta pronto

    ResponderBorrar
  6. Amor:

    ¿Por qué tiemblo cuando estoy contigo, si no te tengo miedo?

    ¿Por qué me falta el aliento a tu lado, si eres mi oxígeno?

    ¿Por qué siento morir en tus brazos, si eres mi vida?

    ¿Por que deseo ser servidor tuyo, si al mismo tiempo me haces ser más libre?

    ¿Por qué mi corazón se agita en tu presencia, si eres mi descanso?

    ¿Por qué me estremezco con tus besos, si eres la fuente de mi calma?

    ¿Por qué siento que este año ha sido mi vida entera?

    Porque...

    Estoy enamorado de ti, desde mucho antes, desde que nací, porque antes de conocerte amaba la promesa de tu existencia.

    Te amo con todo el amor que el Señor puede poner en el corazón de un hombre.

    GBFF-D, siervo del Corazón Inmaculado de María y siervo tuyo.

    ResponderBorrar
  7. ¡Hola!
    Hacía mucho que no pasaba por tu blog... ¡Y está lindísimo!
    Por supuesto que volveré.
    ¡Un abrazo!

    ResponderBorrar