Hace unos días, vi un programa… Me gustó mucho, por eso se los quiero contar (que conste que este cuento no es cuento, es de la vida real).
“Había una vez”…. un grupo de perros que estaban condenados a morir por ser considerados “indomables”, hasta que a una señora se le ocurrió comprar uno de esos perros para regalárselo a su hijo adolescente… en un intento desesperado de que él dejara su vida de delincuente.
Y su hijo comenzó a salir a la calle con su perro… al comienzo nada cambió. Ahora tenía en casa dos seres con problemas de conducta, y se sentía muy triste. Su hijo fue apresado por la policía y condenado a estar en una “correccional juvenil” a lo menos 4 años.
Cada vez que podía, su madre lo visitaba y le llevaba a su perro. Una de las vigilantes (cuidadoras o gendarmes) vio que la presencia del perro, hacía que el muchacho se tranquilizara… y decidió permitir que el perro se quedara con él.
Entonces, poco a poco se gestó un milagro, tanto el perro como los muchachos, que crearon un vínculo de amor con él, comenzaron a cambiar. Los muchachos sabían que este perro estaba condenado por ser “indomable” (como ellos), y se sintieron identificados con este perrito e impulsados a ayudarle a cambiar, lo cual hizo que aprendieran sobre responsabilidad, además tuvieron que aprender a ser pacientes y constantes.
Así, sin darse cuenta, por querer ayudar a este animalito que les entregaba amor incondicional, lograron algo aparentemente imposible: se transformaron, cambiaron real y profundamente. Se sentían amados de manera incondicional por este animalito… su amor hizo maravillas en ellos.
Unos años después, esta vigilante tenía un perro “indomable” para
cada adolescente condenado por crímenes violentos… Este proyecto ha sido completamente exitoso: ya lleva más de una década funcionando y al salir ninguno de los muchachos que participó, volvió a cometer ningún acto ilegal.
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Cuando Dios toca a la puerta de tu corazón y te atreves a abrirle: todo es posible. La perspectiva sobre tu vida cambia. Todo cobra sentido. Te sientes valiosa (o valioso), porque sabes que El te conoce y te ama de manera incondicional.
El amor entregado de forma incondicional tiene un poder inusitado. Ya lo dijo nuestro amado SS Juan Pablo II: “El amor es más fuerte”. La vivencia de ese amor, se va colando en tu diario vivir poco a poco…. Y de pronto está en todo.
Comprendes, al fin, por qué se dice que “Dios es verbo no sustantivo”. Comprendes, que esa idea es mucho más que palabras hermosas. Poco a poco vas comprobando como Su amor te transforma y hace maravillas en ti, en tu vida, en tu historia… y en la de otras personas.
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Ojalá se repitiera esa experiencia en muchos lugares….
Para eso tú debes dar el primer paso:
DECIDETE A AMAR SIN CONDICIONES

Y su hijo comenzó a salir a la calle con su perro… al comienzo nada cambió. Ahora tenía en casa dos seres con problemas de conducta, y se sentía muy triste. Su hijo fue apresado por la policía y condenado a estar en una “correccional juvenil” a lo menos 4 años.
Cada vez que podía, su madre lo visitaba y le llevaba a su perro. Una de las vigilantes (cuidadoras o gendarmes) vio que la presencia del perro, hacía que el muchacho se tranquilizara… y decidió permitir que el perro se quedara con él.
Entonces, poco a poco se gestó un milagro, tanto el perro como los muchachos, que crearon un vínculo de amor con él, comenzaron a cambiar. Los muchachos sabían que este perro estaba condenado por ser “indomable” (como ellos), y se sintieron identificados con este perrito e impulsados a ayudarle a cambiar, lo cual hizo que aprendieran sobre responsabilidad, además tuvieron que aprender a ser pacientes y constantes.
Así, sin darse cuenta, por querer ayudar a este animalito que les entregaba amor incondicional, lograron algo aparentemente imposible: se transformaron, cambiaron real y profundamente. Se sentían amados de manera incondicional por este animalito… su amor hizo maravillas en ellos.
Unos años después, esta vigilante tenía un perro “indomable” para

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Cuando Dios toca a la puerta de tu corazón y te atreves a abrirle: todo es posible. La perspectiva sobre tu vida cambia. Todo cobra sentido. Te sientes valiosa (o valioso), porque sabes que El te conoce y te ama de manera incondicional.
El amor entregado de forma incondicional tiene un poder inusitado. Ya lo dijo nuestro amado SS Juan Pablo II: “El amor es más fuerte”. La vivencia de ese amor, se va colando en tu diario vivir poco a poco…. Y de pronto está en todo.
Comprendes, al fin, por qué se dice que “Dios es verbo no sustantivo”. Comprendes, que esa idea es mucho más que palabras hermosas. Poco a poco vas comprobando como Su amor te transforma y hace maravillas en ti, en tu vida, en tu historia… y en la de otras personas.
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Ojalá se repitiera esa experiencia en muchos lugares….
Para eso tú debes dar el primer paso:
DECIDETE A AMAR SIN CONDICIONES