¿Cuándo amamos?
Cuando dejamos de lado nuestro egoísmo y nuestro orgullo para entregarnos por entero.
Cuando colocamos en primer lugar los sueños y anhelos de quien amamos. Cuando ver feliz a quien amamos, se convierte en nuestro mayor anhelo.
El Señor nos ha regalado este hermoso don que es el amar… cuando Cristo entregó su vida por nosotros, nos enseñó al extremo que puede llegar el amor… la vida de Cristo es un canto al amor, que nos guía a la hora de responder esa difícil pregunta
¿Qué es el amor?
“Los intelectos se afana, buscan y no encuentran”… el amor solo se revela “a las conciencias iluminadas por el amor, privilegio de los simples y sencillos, como niños”…
En fin, solo los que son capaces de reconocer que esta vida es un regalo, que ni su cuerpo les pertenece, porque les fue otorgado. Todas esas maravillosas capacidades (amar, reflexionar, decidir) que nos han sido otorgadas, desde el momento de la concepción hasta la muerte… son un regalo que debemos cuidar, que debemos agradecer y respetar
¿Por qué creen ustedes que el Sagrado Corazón está encadenado? Él ha elegido esa cadena de espinas, por amor.
Por sobre todas las cosas está el amor. Y el amor más grande debería ser el de una madre hacia su hijo, sin condiciones. Toda madre, toda mujer, debería estar dispuesta a dar la vida por sus hijos…
Si, como mujeres capaces de decidir (por amor u otras razones), decidimos entregarnos a un hombre… debemos conocer las consecuencias naturales de nuestros actos… toda decisión en libertad es una renuncia, porque conlleva consecuencias…
Si no ha sido nuestra decisión, si te han obligado, violando tu intimidad ¿Qué culpa tiene ese pequeño ser, que ya te ama?
Cada niño que no ha podido nacer, a manos de sus “madres”, que han tomado una pastilla o han elegido alguna otra salida “fácil”… cada uno de esos niños es Cristo, que ha sido nuevamente incomprendido, que ha sido nuevamente crucificado…
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Hola Semilla, gracias por tus visitas me causan mucha alegria porque amo la sencillez ,se que seran muy felices y yo gozo con ello
ResponderBorrarHola, Semilla: gracias por tu visita a mi blog. Es muy rico saber de las viejas amigas del blog.
ResponderBorrarDices tantas verdades acá, amiga, sigue así.
Un abrazo grande.
Preciosas tus palabras, Semilla.
ResponderBorrarDios toque los corazones de esas madres...que no dejan nacer.
Un fuerte abrazo!
hola amiga mia, perdona mi ausencia, he vuelto espero poder ser constante, si me permites, aqui estare, bendiciones
ResponderBorrarHola de nuevo ¿donde estas? ¿cuando regresas?
ResponderBorrarUn entrañable saludo
Cómo estás?
ResponderBorrarPaso a dejarte un abrazo!
♥